viernes, 27 de mayo de 2011

*Sorpresa!!

Hola amigos. Ya estoy en casa...en Irún! He tenido engañados a todos mis amigos haciéndoles creer que volvía el 1 de junio. Por eso, no he mencionado aquí la fecha de vuelta a casa.

La despedida fue triste, muy triste, y muy emotiva. Nos despedimos de Café Campus y de nuestros amigos por todo lo alto. Fue una buena noche, aunque Ane y yo nos echamos a llorar como si nos fuesen a quitar la vida casi. Iba andando por la calle pensando "última vez que piso esta calle, última vez que cruzo esta esquina, que cojo este metro, que entro en esta tienda, última noche que paso en mi preciosa habitación, último todo...". 

Celia y Marutxi nos acompañaron al aeropuerto el miércoles 25 y ahí las despedimos entre lágrimas. El viaje fue bastante pesado, sobretodo las 5h de escala en Franckfurt, pero todo salió sin problemas. Y sobretodo, nuestras maletas llegaron todas sanas y salvas :) En el avión fue difícil contener la emoción. Vuelta a cruzar el charco, dejando el 1º mundo atrás y volviendo a los "suburbios irundarras". Intentaba pensar en cosas positivas, en que iba a ver a mi familia, en que les iba a dar una sorpresa a mis amigos, y en que he aprovechado bien el tiempo de intercambio.

Ahora ya estoy en casa, con mi familia, en mi cama... Todo es raro y estoy un poco desorientada... Volver a los euros en vez de los dólares, los litros en vez de galones, los kms en vez de millas, volver a conducir, oír euskera... Supongo que tardaré unos días en asentarme, y sobretodo, en recuperar el sueño. Cuando llegué a Montréal no tuve nada de jet lag. Desde la primera noche dormí bien y a la hora que correspondía. Aquí llevo 2 días durmiendo apenas 2 horas y malamente... Encima tengo una entrevista esta tarde...espero estar mínimamente lúcida...ya os contaré como sale...

Mis amigos no sabían que venía antes, solo una de ellas a quien he tenido compinchada. Reunió a todos en su casa haciéndoles creer que tenía algo muy importante que decirles a todos, algo serio. Estaban bastante preocupados. Cuando ya habían llegado todos, salí del baño donde estuve escondida unos 20 minutos a oscuras. Se agradece volver a oír sus voces, recibir sus abrazos...todo... =)

Por ahora llevo bastante bien la vuelta, mejor de lo que me esperaba. Tengo mucha pena de Montréal pero supongo que las ganas de reencontrarme con todo el mundo hacen que sea más fácil estar aquí... Estoy deseando ir al puerto y que me pongan al día de todo, de ir a la terraza del Kaizar y que Luis me sirva un colacao fresquito, de planear los San Marciales, de la primera juerga de bienvenida, de que lleguen la semana que viene los demás que están de intercambio, etc... Aunque estoy segura de que en breves empezaran los síntomas post-erasmus...

Adiós casa... hola hogar!

(L)

miércoles, 25 de mayo de 2011

*Final...

Última vez que escribo en Montréal y es para despedirme de vosotros, al igual que lo he hecho ya con todos mis compañeros. Como habéis visto, han sido los mejores 5 meses de mi vida y estoy realmente contenta de haber podido vivir esto. 

Quizás esperabais que os contase la biografía de los canadiens (hockey), las diferencias entre los supermercados, etc... pero para eso ya está Gorka. Desde el principio dije que quería contar mi EXPERIENCIA, y los que me conocen saben que esto iba a ser poco neutro y más bien emocional. He querido contar cómo he vivido esto, mis sensaciones, mis miedos, mis ganas, mis preocupaciones, de la mejor manera posible...para que todo aquel que me leyese pudiese entenderme mejor y pudiese trasladarse aunque sea mentalmente aquí.

Gracias a todos vosotros por leerme y a todos los que habéis seguido mis andaduras, que sé que no sois pocos y eso me alegra mucho. Y gracias a todo aquel que ha hecho esto posible y haya colaborado en cumplir un sueño para mí, en especial a mi familia.

Espero volver a Montréal cuando sea mayor, para enseñarselo a mis hijos y recordar la mejor parte de "mis años mozos".

Hasta siempre Montréal... No puedo amarte más...

*...Je reviens sans un sou mais plus riche que jamais...*

sábado, 21 de mayo de 2011

*Why do all good things come to an end?

Hola amigos. Aquí ando, disfrutando de mis últimos días en Montréal, donde por fin ha llegado la primavera después de 6 largos meses de puro invierno. Llevamos unos días a más de 20 grados, salimos en chaquetita por las noches, una gozada... Montréal está precioso... verde verde...

Estos días han sido básicamente despedidas...cosa que siempre he odiado, odio y odiaré... Es duro tener que decir adiós a personas que quizás no vayas a volver a ver nunca más en tu vida... Estos días he estado comprando souvenirs, paseando por el Vieux Port que está lleno de terrazas, viendo toda la ciudad desde el Mont Royal, yendo a l´île Sainte-Hélène a tumbarnos en la hierba, etc... y para que engañarnos... saliendo mucho de noche.

Irse de Montréal los últimos tiene sus pros y sus contras. Disfrutas unos días más de todo esto pero también ves como todo el mundo se va, y es muy triste. Ayer hicimos fiesta en casa de Seung Woo, alias Pedrito para nosotros, un coreano majísimo. Después de mil risas, dijimos adiós a Sofi y Luci, nuestras divas argentinas. También nos despedimos de Maida (la weona, po), Jarek, Seung Woo y Vincent que se van hoy a Nueva York y para cuando vuelvan, nosotros ya estaremos en casa... La despedida más dura de estos días va a ser sin duda la de Charli, mi roomie, que se va en unas horas... Me quedo completamente sola en casa... la voy a echar mucho de menos. Ha sido una buena compañera de piso y me ha encantado vivir con ella. La casa está muy vacía. El cuarto de Pïa parece mil veces más grande, Charli ya ha echo todas sus maletas y en unos días seré yo la próxima desertora... 

Todo lo bueno pasa rápido y tiene un final. Tengo ganas ya de ver a mis padres, estrujar a mis amigos uno por uno, dormir con mi hermana, volver a mi hogar. Pero va a ser muy muy duro... Desde luego ha sido la experiencia más grande de mi vida y todo lo que he vivido en Montréal y en estos 5 meses se quedará grabado en mi memoria y mi corazón por siempre...

lunes, 16 de mayo de 2011

*Chicago día 5 y vuelta a casa...

Día 5


Último día en Chicago. Fuimos hasta las Willis Tower de donde cogimos el Water Taxi que nos llevó hasta Navy Pier. Lástima que hubiese tanta "boira" como dirían las catalanas (niebla), ya que apenas se veía lo alto de los rascacielos. Además este día hizo bastante frío. Los días anteriores íbamos asándonos en camiseta, y este día con sudadera teníamos mil "goosebumps" (=piel de gallina/escalofrío, nueva palabra aprendida ;)




De ahí volvimos hasta el centro andando y Grace, Mar y Montse fueron al museo de arte. Manu se fue la víspera a Toronto y en unos días estará con nosotras en Montréal. Celia y yo preferimos no entrar al museo, ya que tenemos 0 idea de arte, y fuimos a pasear por los jardines de Millenium Park que nos encantó. Por suerte salio el sol durante esas 2 horitas. Luego fuimos a comer a un restaurante asiático.

 Mi Cezota

 =)




Compramos algún que otro souvenir y volvimos prontito al hostal.

En resumen, Chicago me ha sorprendido mucho y me ha encantado. Me ha parecido una ciudad muy bonita, muy bien ciudada y donde dan ganas de pasearse a todas horas entre tantas flores y parques. Ha sido un buen destino para mi último viaje por el otro lado del charo...

Vuelta a casa

Grace, Mar y Celia iban a Nueva York, Montse a Denver y yo volvía a Montréal....sola. Mi bus salía a las 6.30 am de la estación de Greyhound pero piden que estés 1hora antes. Estaba a tan solo 10 minutos andando del hostal pero a esas horas, no me fiaba demasiado. Además me sobraban algunos dólares, así que decidí pedir un taxi. Estuve cerca de hora y media esperando, rodeada de gente muy extraña. Nunca me imaginé tener que viajar sola, y menos por EEUU. Sí...estaba acojonada. En las estaciones siempre hay gente "rara", que se te acerca a pedirte cigarros o te dice cosas raras... Delante mío había una chica negrita que no paraba de hablar por teléfono diciendo "Hey nigga, come on, you must be kidding, come on man!!" y cosas así, y todo esto en tono rapeando y poniéndose la capucha para parecer más "malota" jjajjaja. Realmente lo conseguía.

Por suerte las 8horas hasta Detroit pasaron bastante rápido dentro de lo que cabe, y tuve sitio libre al lado mío para tirarme a la bartola. Estuve viendo películas y escuchando música y pensando. Pensé mucho en todo, en todas mis cosas, en estos 5 meses, en lo que me espera al volver, en mí... Me decía a mí misma todo el rato "todo va a salir bien, no tengas miedo, serás una campeona cuando llegues a casa" para no angustiarme. Sabía que pasase lo que pasase en el viaje, estaba completamente sola y que tendría que arreglármelas, chapuceando inglés como pudiese. Por suerte, he espabilado mucho estos meses y he dejado muchos miedos atrás, confiando mucho más en mí misma. ¡Quién me iba a decir que acabaría viajando sola por yankilandia!

Llegué Detroit hacia las 3pm, temblando. No tengo buen recuerdo de esta ciudad por nuestro paso a la ida. Estaba rodeada de negritos que la mayoría daban miedo. Soy 0 racista, pero realmente estos acojonan. Habían unos cuantos homeless, tipos con anillotes de oro, con tatuajes en el cuello que pone "Only God can judge me" y cosas del estilo. Me sentía una intrusa por ser la única blanquita allí. Por suerte, sólo me sentí super observada durante 2 horas pero salí ilesa de allí hacia las 5pm.

La siguiente parada era Toronto. Solo íbamos 5 personas en el bus. No veía el momento de cruzar la frontera. Es estar en Canadá y sentirme como en casa. En Detroit pasamos la aduana de nuevo. Yo temblaba porque no sabía qué papeles me iban a pedir, cada vez te sorprenden con algo diferente. Decidí pasar la primera. Por suerte, los canadienses son bastante más nice que los estúpidos rude american. Me tocó un chico bastante simpático que me hizo preguntas básicas y al rato vino otro señor con un perro que sin darme cuenta se subió a mi mochila olisqueándome. ¡Qué susto me dio! Todo fue bien así que los nervios iban pasando poco a poco. Llegué a Toronto hacia las 12 de la noche. 

De ahí cogí otro bus hacia Ottawa, que iba llenísimo. Se sentó al lado mío un hombre que el pobre, a pesar de ir trajeado y tener buen aspecto, también necesitaba una ducha...que aromita más guarro desprendía. Estaba tan cansada que me puse en mi esquinita y me quedé dormida las 5 horas hasta llegar a Ottawa. Allí estaba feliz de la vida, en 3 horas estaría en mi querida Montréal. El viaje de vuelta a casa también me lo pasé dormida. Cuando llegué a casa no me lo podía creer. 27 horas de bus, viajando sola por EEUU y Canadá. Todo había salido bien. 

Llegué orgullosa de mí, pensando para mí misma en que la chica miedosa e insegura que era antes estaba desapareciendo, y que ahora le echo mucho más morro a todo y que he espabilado. 1º viaje sola y no ha estado tan mal. He tenido tiempo de sobra para pensar en mis cosas, y en todo aquello en lo que evitaba pensar o dejaba para más tarde... 

Ahora estoy sola en casa y sola en Montréal desde que llegué. Charli está en Las Vegas, Celia en NY, Ane y Gorka en California. Aún quedamos unos cuantos "montréal leflovers", pero he preferido disfrutar de estar sola en casa. Antes odiaba quedarme sola, necesitaba compañía y ruido constantes. Ahora me gusta. He tenido tiempo para mí misma, para hacer una de las maletas (algo muy triste por cierto), para hacer coladas, recoger la casa, etc... Amo mi casa de Montréal y estar en ella... Ojalá pueda decorar mi futura casa igual.

Os dejo queridos lectores, voy a ver si como, me pego una ducha y voy a dar una vuelta por mi barrio a explorar nuevos lugares, antes de ir a Berri Uqam a buscar a Celia.




*Chicago días 3 y 4

Dia 3

Fuimos a Willis Tower, al cual subimos. 103 pisazos desde donde se ve todo Chicago. 

 Marutxi y Cel contemplando las Willis Tower de Lego


Willis Tower (antiguamente conocida como Sears Tower), 442 metros de alto

 Mis compis de viaje: De izq a dcha: Celia, Montse, Grace, Mar y Manu

 Hahaha, LIKE!

 Vistas desde arriba






No mires abajo... ¡Qué miedete!


 Me

Aiii que te caeees... =)

Luego hicimos una pausa-almuerzo en uno de los parques al lado de la torre, aprovechando que hacía un solazo increíble, y más tarde fuimos andando hasta Navy Pier al lado del lago Michigan.







Después fuimos a Millenium Park, un parque monísimo y enorme, donde puedes tirarte horas y horas sin hacer nada.






 Celia y Manu correteando con los niños por el agua




Al final de la tarde fuimos a callejear por Michigan y Chicago av y estuvimos de compras. Básicamente reventamos en Forever XXI, H&M y Urban Outfiters. Hay que aprovechar que el dólar americano está muy barato!!

De ahí vuelta al hostal y cena en Artopolis =) 



Este día fue sin duda el mejor de todos, el que más aprovechamos, el que más nos gustó y en el que más nos reímos juntas.

Día 3

 Este día fue un poco más vaguete... El día anterior habíamos caminado mucho y estábamos reventadillas. Además este día hizo un calor horrible...de este que te ahoga pero que no te pone morena encima... vamos que acabamos sudando como cochinillos al horno. ¡Qué mal lo voy a pasar cuando vuelva a casa, con lo bien que me he aclimatado yo al clima de Montréal y con lo que odio el calorro pegajoso...!

Fuimos a Little Italy...que sigo sin entender porque llaman así a este barrio porque lo único italiano que vi fue una pizzeria y una cafetería en la que nos sentamos a tomar un algo. Lo único que hace honor a este barrio es la parte de "little"... Luego caminamos por barrios que parecían zonas de camioneros y solo había gente que daba un poco de yuyu y jovenzuelos haciendo servicios sociales. De ahí llegamos a Chinatown, que tampoco nos gustó nada. Teníamos pensado comer un buen plato de pasta en Little Italy pero se nos chafó el plan, y Chinatown no invitaba tampoco demasiado a quedarse. Nada que ver con el de NY, que me encantó. Tiene pinta de muy sucio y poco apetecible, así que decidimos coger el metro y volver al centro a comer en un sitio donde hubiese aire acondicionado. Por suerte, encontramos un restaurante muy mono, donde pedimos unos fetuccinis a la carbonara riquísimos. Misión cumplida, pasta, pero sin little italy :)




Esa tarde jugaban los Chicago Bulls a las 7, por lo que quisimos ir a algún bar típico a verlos jugar. Entramos en varios sitios, pero en todos piden 21 años para entrar, aunque no vayas a consumir alcohol. Celia y Mar no tienen la edad por meses, así que no pudimos ver nada. También quisimos ir a escuchar blues a algún lado pero más de lo mismo. Tuvimos que conformarnos con escuchar el que oíamos en la calle.

No teníamos nada mejor que hacer, así que fuimos a un parque a echar la siesta. Y menuda siesta... Nos quedamos las 6 dormidas encima del césped cerca de 2 horas y nos habíamos quemado. Anda que entre mi moreno a cachos de Florida y ahora con la nuca y el pecho quemados, estoy hecha un cuadro xD. Luego fuimos a una heladería y nos sentamos tan ricamente en la terraza a disfrutar del rico sol y del helado. 

Bueno y esto es todo. En el próximo post os cuento el día 5 y la vuelta a casa. 

domingo, 15 de mayo de 2011

*Chicago -The Windy City - días 1 y 2

De vuelta por tierras yankis, por cuarta vez en 5 meses. Después del road trip por Florida, pasar por Boston (Massachusetts) y Nueva York (Nueva York), ahora tocaba Chicago (Illinois).

24h de bus...previstas... Salimos a las 8am de Berri Uqam, para coger el bus Greyhound (el mismo que el de NY), y hacia las 10.20am llegamos a Ottawa. No fui en la excursión de 1 día organizada previamente por Hechange y creo que hice bien porque a nadie le gustó esta ciudad y ahora entendí porqué, porque es una ciudad fea donde las haya vamos. Ahí tuvimos que quedarnos hasta las 12am para coger el siguiente bus que nos llevaría a Toronto, así que fuimos a un Starbucks al lado de la estación a tomar un rico frapuccino y a “robar wifi” porque eso de que en Greyhound hay wifi...ja! me río yo... Hacia las 5pm llegamos a Toronto, tras una parada para comer. El cansancio empezaba a notarse, sobretodo en Celia y en mí. Habíamos decidido hacer “nuit blanche” la víspera porque “total...ya dormiremos en el bus, no?” ja! También me rio de esto. El bus iba llenito llenito así que imposible dormir. Tenía mucho mucho sueño pero apenas conseguí dormir unas 3h en este trayecto. Para colmo, a Montse se le puso al lado un homeless que el pobre olía mal no...lo siguiente, y nos estuvo deleitando con su aroma todo el trayecto. Toma suerte. Seguimos con que Celia perdió su cartera entre Ottawa y Toronto. Menos mal que “lo importante” lo llevaba consigo. “Solo” se dejó el DNI, carnet de conducir, etc... Enfin... Algún día le tenía que pasar con lo desastre que es. 

Seguimos rumbo a Detroit, reventadas, sin haber pegado ojo y tras haberme tragado 5 horas de peli. No tuve otra cosa que ver (entre otras) Pearl Harbor donde acabe llorando como una magdalena en medio del bus. Siguiente parada... Detroit. Pero antes había que cruzar la frontera. Bueno...los policías eran más lentos que el caballo del malo y cómo no...más desagradables imposible. Te hacen sentir como un delincuente aunque sepas que no tienen nada que sacarte. Se pasaron como 10 minutos interrogando a cada uno con gilipoyeces del estilo “A qué vas a Chicago? Una chica le dijo que a ver a su pareja y el poli va y le pregunta a ver cuánto tiempo lleva con él, si le quiere, si su relación tiene futuro, etc... ¿Pero a ti que c****** te importa tío? It´s not your fuckin´problem!! (Se nota que iba cansada ¿eh?) Enfin... Al final pasamos todos pero gracias a su lentitud, llegamos tarde a la parada de Detroit y...sorpresa...habíamos perdido el bus que nos llevaría a Chicago. Si todo hubiese ido según lo previsto, tendríamos que haber esperado en la estación como 1h30 en Detroit para el bus...así que imaginaros si se eternizaron los policías. Encima últimamente he visto bastantes películas de policías corruptos y es verles y me dan muy mal rollito. El resultado, teníamos que esperar todos 6h en la estación de Detroit para el siguiente bus y ya llevábamos 24h de viaje. Horrible! Además esas 6horas eran de 2am a 8am claro, hora de dormir, “eso” que llevábamos 2 días sin hacer. Resultado: a dormir en la estación. Además nos habían “encerrado” literalmente, ya que no se podía salir de ninguna manera de aquel zulo. Horrible! Estuve a punto de tirarme en la moqueta en modo gitano a la desesperada ya, para conseguir dormir aunque sea 2 horas seguidas. Al cabo de las 2-3horas, decidí meter todas las cosas importantes dentro de la maleta y candarla, y rezar para que nadie se llevase nada. Me coloqué como pude encima de 2 asientos...y a dormir. Horrible...un frío insoportable. 10 de mayo y llevaba camiseta, 2 jerseys, sudadera y abrigo, y aun y todo tenía que levantarme cada media hora para ir al baño al secador, para conseguir entrar en calor. Muy mal! Y os juro que yo de friolera no tengo nada. Más bien lo contrario. La cosa es que llegamos a Chicago porfin a las 13 pm, fuimos al hostal que por suerte estaba a tan solo 10 minutos andando de la estación, y nos pegamos una ducha bien merecida, tras unas 30 horas de bus. Nunca más esto, por favor!!!

¡Qué mal recuerdo se me ha quedado de Detroit, la ciudad de los niggas!

Antes de seguir, os voy a presentar a mis compañeras de viaje, que han sido diferentes esta vez. No he podido ir a California con Gorka y con Ane, mis inseparables compañeros de aventura junto con Olly que ya está en Donosti. Este viaje lo he realizado básicamente con catalanas. La primera, Celia, ya la conocéis, os he hablado bastante de ella y me paso el día con mi pequeño desastre. También nos ha acompañado Montse, catalana y compañera en HEC. Unas risas de mujer, que flipa con todo, todo le parece “acojonante” y habla en sueños cosas muy graciosas. Luego vinieron Mar (amiga de Celia de la Pompeu) y Graciela (Grace), amiga de Mar, que han estado de intercambio juntas en Vancouver. Al llegar a Chicago nos juntamos con Manuela, una chica austriaca que también ha estado de intercambio en UBC en Vancouver, una chica monísima. Definitivamente, los austriacos son gente encantadora por lo que he podido ver hasta ahora. Resultado: 6 chicas, yo rodeada de catalanas y practicando mi inglés a tope (cosa que noto que va mejorando).

Después de la duchita, investigamos un poco donde nos encontrábamos para situarnos con el mapa. Después de comer y de una ducha, todo se ve de otro color. Estábamos alojadas en el Parthenon, un hostal situado en el barrio griego (Greektown), cosa que me agradó mucho. Es típico encontrarse en las grandes ciudades un Little Italy o un Chinatown pero nada griego. Fuimos a comer al restaurante de al lado del hostal, nuestra querida Artopolis. Nos gustó tanto el menú que hemos acabado cenando ahí todas las noches. Nos sabíamos la carta ya de memoria. ¡Riquísimas las Artopitas y majísimos los camareros!

Chicago es también conocida como “the Windy City” (y nos consta porque el viento sopla con fuerza), y también como la ciudad del Blues. Hay bastante gente tocando con el saxo en la calle, me encanta. Aparte, es la ciudad de donde son originarios grandes personajes como Obama y Michael Jordan. Muchos dicen que Chicago es ahora como un pequeño nueva york, cosa que desmiento un poquito. En la primera y breve visita ya me encantó la ciudad. Si que tiene millones de rascacielos como NY pero Chicago es mucho más verde y mucho más "sano" a mi parecer. Tiene mezcla de gran ciudad con los grandes buildings y una parte más rural, ya que hay muchísimos parques, jardines, fuentes, flores por todas partes, etc... En mi opinión, precioso. Digamos que NY es más de “fuaaaaaa, estoy flipandooo” y Chicago es más de “qué ciudad más mona! Tiene de todo”...para entendernos.

Cruzamos el puente y fuimos a la otra punta del downtown, pasando por el Harold Washington Library, el Auditorium Theatre, hasta llegar a Buckingham Fountain. Es la fuente más grande de Chicago, muy bonita, y es la que aparece en la serie Matriomio con hijos. Llegamos a Monroe Harbor y fuimos al puerto a ver el lago Michigan y Navy Pier a lo lejos. De ahí volvimos al hostal pero por la calle Monroe, pasando por el Art Institute of Chicago, por el barrio de The Loop, las calles Michigan y Chicago. Vimos de pasada también el Millenium Park, Willis Tower y Chicago Union Station. Y de ahí al hostal a dormir placidamente.

En el próximo post, os cuento más. Os dejo unas fotitos para que os vayáis haciendo una idea de cómo  es Chicago.

Muaaak!!

 Lago Michigan


 Chicago Bulls

 Skyscrapers

 Newspapers - me encanta esto en las grandes ciudades

Beautiful flowers everywhere

domingo, 8 de mayo de 2011

*Cómo te voy a echar de menos...

Siento que me queda tan poco en esta ciudad que intento disfrutar de cada vista, cada olor, cada abrazo, cada momento, como si fuese el último... Porque probablemente lo sea... Me encanta Montréal, y adoro vivir aquí. No cambio esta etapa de mi vida por nada del mundo. Como siempre le digo a mi familia y a mis amigos, no es que no quiera volver a verles, pero me encantaría que ellos viniesen aquí y viesen lo que he vivido para que me entiendan. Realmente esta experiencia ha marcado un antes y un después en mi vida... Yo sigo siendo la misma, no he cambiado, solo he "evolucionado" y sobretodo, he aprendido mucho.

Me encantaría volver algún día a Montréal, pero es probable que no lo haga porque, como dice Sabina, "comprendí que al lugar donde has sido feliz no deberías tratar de volver". Si vuelvo, nada volverá a ser como antes, todo habrá cambiado, no estaré rodeada de la gente que me ha acompañado en estos meses, nada será igual... Y eso me llenaría de tristeza. Prefiero guardar por siempre este recuerdo que tengo de Montréal que crear uno nuevo, ya que difícilmente será mejor..

Bohemia Montréal, rodeada de gente encantadora, ciudad segura, donde no pasas miedo alguno, donde escuchas música en cada esquina, donde nadie te mira, nadie te juzga, nadie te critica. Ciudad que me acogió con su duro invierno en enero, y donde hoy Lorenzo me deleita con sus rayos de sol en el parque de Mont Royal al ritmo de los tam tams. 


Montréal, siempre te recordaré...