lunes, 16 de mayo de 2011

*Chicago día 5 y vuelta a casa...

Día 5


Último día en Chicago. Fuimos hasta las Willis Tower de donde cogimos el Water Taxi que nos llevó hasta Navy Pier. Lástima que hubiese tanta "boira" como dirían las catalanas (niebla), ya que apenas se veía lo alto de los rascacielos. Además este día hizo bastante frío. Los días anteriores íbamos asándonos en camiseta, y este día con sudadera teníamos mil "goosebumps" (=piel de gallina/escalofrío, nueva palabra aprendida ;)




De ahí volvimos hasta el centro andando y Grace, Mar y Montse fueron al museo de arte. Manu se fue la víspera a Toronto y en unos días estará con nosotras en Montréal. Celia y yo preferimos no entrar al museo, ya que tenemos 0 idea de arte, y fuimos a pasear por los jardines de Millenium Park que nos encantó. Por suerte salio el sol durante esas 2 horitas. Luego fuimos a comer a un restaurante asiático.

 Mi Cezota

 =)




Compramos algún que otro souvenir y volvimos prontito al hostal.

En resumen, Chicago me ha sorprendido mucho y me ha encantado. Me ha parecido una ciudad muy bonita, muy bien ciudada y donde dan ganas de pasearse a todas horas entre tantas flores y parques. Ha sido un buen destino para mi último viaje por el otro lado del charo...

Vuelta a casa

Grace, Mar y Celia iban a Nueva York, Montse a Denver y yo volvía a Montréal....sola. Mi bus salía a las 6.30 am de la estación de Greyhound pero piden que estés 1hora antes. Estaba a tan solo 10 minutos andando del hostal pero a esas horas, no me fiaba demasiado. Además me sobraban algunos dólares, así que decidí pedir un taxi. Estuve cerca de hora y media esperando, rodeada de gente muy extraña. Nunca me imaginé tener que viajar sola, y menos por EEUU. Sí...estaba acojonada. En las estaciones siempre hay gente "rara", que se te acerca a pedirte cigarros o te dice cosas raras... Delante mío había una chica negrita que no paraba de hablar por teléfono diciendo "Hey nigga, come on, you must be kidding, come on man!!" y cosas así, y todo esto en tono rapeando y poniéndose la capucha para parecer más "malota" jjajjaja. Realmente lo conseguía.

Por suerte las 8horas hasta Detroit pasaron bastante rápido dentro de lo que cabe, y tuve sitio libre al lado mío para tirarme a la bartola. Estuve viendo películas y escuchando música y pensando. Pensé mucho en todo, en todas mis cosas, en estos 5 meses, en lo que me espera al volver, en mí... Me decía a mí misma todo el rato "todo va a salir bien, no tengas miedo, serás una campeona cuando llegues a casa" para no angustiarme. Sabía que pasase lo que pasase en el viaje, estaba completamente sola y que tendría que arreglármelas, chapuceando inglés como pudiese. Por suerte, he espabilado mucho estos meses y he dejado muchos miedos atrás, confiando mucho más en mí misma. ¡Quién me iba a decir que acabaría viajando sola por yankilandia!

Llegué Detroit hacia las 3pm, temblando. No tengo buen recuerdo de esta ciudad por nuestro paso a la ida. Estaba rodeada de negritos que la mayoría daban miedo. Soy 0 racista, pero realmente estos acojonan. Habían unos cuantos homeless, tipos con anillotes de oro, con tatuajes en el cuello que pone "Only God can judge me" y cosas del estilo. Me sentía una intrusa por ser la única blanquita allí. Por suerte, sólo me sentí super observada durante 2 horas pero salí ilesa de allí hacia las 5pm.

La siguiente parada era Toronto. Solo íbamos 5 personas en el bus. No veía el momento de cruzar la frontera. Es estar en Canadá y sentirme como en casa. En Detroit pasamos la aduana de nuevo. Yo temblaba porque no sabía qué papeles me iban a pedir, cada vez te sorprenden con algo diferente. Decidí pasar la primera. Por suerte, los canadienses son bastante más nice que los estúpidos rude american. Me tocó un chico bastante simpático que me hizo preguntas básicas y al rato vino otro señor con un perro que sin darme cuenta se subió a mi mochila olisqueándome. ¡Qué susto me dio! Todo fue bien así que los nervios iban pasando poco a poco. Llegué a Toronto hacia las 12 de la noche. 

De ahí cogí otro bus hacia Ottawa, que iba llenísimo. Se sentó al lado mío un hombre que el pobre, a pesar de ir trajeado y tener buen aspecto, también necesitaba una ducha...que aromita más guarro desprendía. Estaba tan cansada que me puse en mi esquinita y me quedé dormida las 5 horas hasta llegar a Ottawa. Allí estaba feliz de la vida, en 3 horas estaría en mi querida Montréal. El viaje de vuelta a casa también me lo pasé dormida. Cuando llegué a casa no me lo podía creer. 27 horas de bus, viajando sola por EEUU y Canadá. Todo había salido bien. 

Llegué orgullosa de mí, pensando para mí misma en que la chica miedosa e insegura que era antes estaba desapareciendo, y que ahora le echo mucho más morro a todo y que he espabilado. 1º viaje sola y no ha estado tan mal. He tenido tiempo de sobra para pensar en mis cosas, y en todo aquello en lo que evitaba pensar o dejaba para más tarde... 

Ahora estoy sola en casa y sola en Montréal desde que llegué. Charli está en Las Vegas, Celia en NY, Ane y Gorka en California. Aún quedamos unos cuantos "montréal leflovers", pero he preferido disfrutar de estar sola en casa. Antes odiaba quedarme sola, necesitaba compañía y ruido constantes. Ahora me gusta. He tenido tiempo para mí misma, para hacer una de las maletas (algo muy triste por cierto), para hacer coladas, recoger la casa, etc... Amo mi casa de Montréal y estar en ella... Ojalá pueda decorar mi futura casa igual.

Os dejo queridos lectores, voy a ver si como, me pego una ducha y voy a dar una vuelta por mi barrio a explorar nuevos lugares, antes de ir a Berri Uqam a buscar a Celia.




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